Es cada vez más fácil sentirse abrumado de repente por las exigencias de la vida actual. Lo mismo ocurre con la dificultad para mantenerse al día, tanto física como psicológicamente. Sin embargo, esta situación genera estrés y ansiedad a largo plazo, lo que finalmente afecta al cuerpo.
En general, ya sea que sufra dolor o malestar debido a problemas laborales, domésticos o personales, buscar y practicar la atención plena puede ayudar a mitigar su estrés.
¿Qué es la atención plena?
Si bien es común practicar la atención plena mediante la meditación, la primera se centra en el acto de estar presente y vivir el momento presente. En la práctica, existen diversas maneras de alcanzar la atención plena en cualquier momento del día.
La atención plena no se centra en el pasado ni en el futuro. Más bien, implica tomarse un tiempo para conectar con uno mismo, prestar atención a los pensamientos y sentimientos, y aceptar lo que se vive en el momento.
¿Cuáles son los beneficios de ser consciente?
Estudios han revelado que la práctica de mindfulness es beneficiosa para el cuerpo, ya que reduce la presión arterial y mejora la función inmunitaria. Al mismo tiempo, es un enfoque eficaz para la salud mental de quienes desean mejorar o tener mayor control sobre sus pensamientos, sentimientos y emociones.
3 formas de buscar la atención plena diaria
1) Observa tu respiración. Siempre que te sientas abrumado, dedica cinco minutos a este ejercicio: ponte de pie o siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Luego, coloca la mano sobre el estómago e inhala lentamente por la nariz, concentrándote en la respiración abdominal.
Eleva el abdomen al inspirar. Exhala lentamente por la boca mientras tu vientre se desinfla y se aplana. Practicar esta técnica solo unos minutos al día puede aliviar la ansiedad.
2) Cuando estas Al conversar , participa . ¿Con qué frecuencia envías mensajes de texto o piensas en qué comprar en el supermercado cuando alguien intenta conversar contigo? La próxima vez que charles con un amigo o incluso con un desconocido, mantente plenamente presente.
Por ejemplo, escucha lo que dicen los demás. Observa sus rasgos mientras hablan, como el color de sus ojos o el tono de su voz. Si hablas por teléfono, cierra los ojos para evitar distracciones externas y así comprender plenamente lo que dicen.
3.) Siente las sensaciones de tu cuerpo. Sentarse en una esterilla de yoga en un ambiente relajante puede parecer el lugar ideal para esto, pero también puedes hacerlo sentado en tu escritorio con los ojos cerrados por unos momentos o incluso mientras te mueves.
Por ejemplo, si estás corriendo y tu mente está acelerada, presta atención a tus pies. Observa cómo se sienten cuando cada uno toca el suelo y se levanta. ¿Sientes la amortiguación de tu zapato o la tensión de los cordones? Concéntrate en esto durante varios minutos.
Tenga en cuenta que este blog no pretende sustituir el diagnóstico ni el tratamiento médico, sino únicamente con fines educativos. Consulte siempre a su médico antes de cambiar su dieta, modificar sus hábitos de sueño o comenzar una nueva rutina de ejercicios.
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